Cascamorras – Fiesta de Interés Turístico Internacional
Se celebra cada seis de septiembre en Baza y nueve en Guadix. Es la única Fiesta de Interés Turístico Internacional de la Provincia (al margen de la Semana Santa) y una de las 4 que existen a nivel andaluz (al margen de las semanas santas). Es la única que hay en toda Andalucía compartida por dos localidades.
Pertenece a ese grupo de fiestas que en el transcurso del tiempo se han convertido en una tradición popular y en un valor cultural. ‘El Cascamorras’ es una mezcla de lo profano y lo religioso, de lo divino y lo humano, unidos de una forma peculiar y distinta, y a la vez profunda.
La Fiesta
La fiesta comienza a las 6 de septiembre a las 18.00 horas en el paraje conocido como Las Arrodeas (a las afueras de la ciudad) y finaliza unas dos horas y media después en el templo de la Merced, cubriendo un recorrido urbano de unos 4 kilómetros. Durante el que los participantes, cascamorreros, intentan pintar de negro a Cascamorras.
Cascamorras es designado siempre por la Hermandad de la Virgen de la Piedad de Guadix. Se tienen en cuenta para su elección criterios como su compromiso y conocimiento de la fiesta, su vocación a la Virgen de la Piedad y promesa realizada a esta advocación y el estado físico del pretendiente.
La noche de antes (el día 5 de septiembre), a las 00.00 horas, inicia desde Guadix su salida hasta la vecina ciudad de Baza. Es una salida simbólica, que recuerda el viaje que debieron realizar los primeros Cascamorras cuando no existían coches a motor y el recorrido entre las dos ciudades se realizaba a pie.
En la actualidad llega a Baza a las 16.00 horas aproximadamente del día 6 de septiembre, es recibido por las autoridades locales en el Ayuntamiento en un acto íntimo, en el que se prepara y cambia de ropa junto a su gente.
El inicio de la carrera desde Las Arrodeas a las 18.00 horas lo marcan tres cohetes. En este punto el Ayuntamiento dispone de unos 3.000 kilos de pintura negra ecológica (realizada con tintes naturales y base de aceite vegetal) para que los participantes se pinten y manchen a Cascamorras.
Acompañando a Cascamorras va el cohetero que avisa a la población de Baza de su llegada; el tamborilero que va anunciando su paso, los Hermanos Mayores de la Hermandad de Guadix (que antiguamente iban a caballo o mulo) con su abanderado que porta el pendón o bandera de dicha hermandad, y no faltan las personas que aspiran a ser futuros Cascamorras.
El camino hasta el Convento de la Merced procura hacerlo Cascamorras con la mayor rapidez, portando una porra que, por decisión propia o a petición de la multitud que le acompaña, alterna con la bandera, tarea en la que le ayudan sus hermanos.
Son casi 4 kilómetros carrera desde las Arrodeas al templo de la Merced, durante los que se suceden los vivas a la virgen de la Piedad y a Cascamorras.
Para refrescarse hace alguna parada en las fuentes del Caño Valero, de los Caños Dorados y de Santiago.
La tradición termina cuando llega al templo de la Merced (unas dos horas y media después, aunque el tiempo variará en función del Cascamorras, del número de participantes, de la meteorología…).
En la Merced se limpia, cambia de ropa, recibe el cariño de su familia más próxima y reza a la Virgen de la Piedad. Este es un acto íntimo, al que solo tienen acceso unos pocos.
Una vez finalizado Cascamorras comienza la Feria y Fiestas de Baza (6- 15 de septiembre)
El día 8, Cascamorras, participa en la procesión de la patrona de Baza, la Virgen de la Piedad, y se prepara para la carrera del 9 de septiembre en su ciudad. En Guadix.
El 9 de septiembre, a las 18.00 horas, los accitanos reciben a Cascamorras en la barriada de la Estación, con pinturas y tintes de colores por no cumplir con la misión que le ha encomendado el pueblo de Guadix.
Origen y mito de Cascamorras
Sobre este legendario personaje, mitificado por unos y popularizado por otros, no coinciden los autores que han investigado el tema, en cuanto a su peculiar personalidad y en cuanto al nacimiento exacto de la fiesta.
Se cuenta que fue en la construcción de una nueva iglesia de la Merced (templo de la Piedad), en 1.490, cuando nació la historia. En la edificación trabajaron muchos obreros y entre ellos, el vecino de Guadix Juan Pedernal, que mientras picaba escuchó una voz que salía del suelo y le pedía ‘¡Ten Piedad!’, en ese lugar se encontró la imagen de la Virgen de la Piedad.
Se sacó de aquella oquedad la imagen, que desde entonces se conoce como Nuestra Señora de la Piedad en alusión a su expresión de ayuda.
Como el obrero que encontró la imagen era de Guadix, comenzaron enfrentamientos entre bastetanos y accitanos para disputarse la posesión de la imagen y que pronto llegaron a manos de las autoridades de ambas ciudades.
Se tomó entonces una solución satisfactoria para ambas partes, dejando la imagen en Baza custodiada en el nuevo templo, y cada 6 de septiembre una comitiva de Guadix podría llevársela a la ciudad accitana siempre que llegara sin mancha a la iglesia donde está guardada.
Desde entonces una delegación de Guadix elige a un sucesor de Juan Pedernal (Cascamorras) para emprender tal misión, pero los bastetanos lo esperan con pintura y tintes negros para mancharlo e impedir que llegue limpio a la Merced, evitando que la patrona, la Virgen de la Piedad, sea llevada a Guadix.
Al no cumplir con su misión, Cascamorras regresa 3 días después a su ciudad (Guadix) y allí le recriminan su fracaso pintándolo de nuevo, en este caso con tintes de almagra y azulete.