El consistorio bastetano insta a la CHG a que resuelva cuanto antes las concesiones que están esperando algunas de estas comunidades
Las comunidades de regantes de la comarca de Baza, beneficiarias de los 18,5 hectómetros cúbicos de agua para riego desde el embalse del Negratín que contempla el Plan Hidrológico del Guadalquivir, acaban de dar importante paso para conseguir el objetivo en el que vienen trabajando desde hace más de una década. El viernes 10 de noviembre, en el salón de actos del Museo Arqueológico Municipal de Baza, presentaban públicamente el borrador de los proyectos hidráulico y fotovoltaico que permitirán la llegada de esa imprescindible cantidad de agua para nuestros campos. Se trata del conocido como “proyecto en alta”, la infraestructura que dará servicio a todas esas comunidades, tras el cual deberán venir los “proyectos en baja”, es decir, los que llevarán el agua desde la tubería principal hasta cada una de las parcelas particulares. Tras la presentación de los detalles técnicos, los representantes de cada una de las cinco comunidades implicadas firmaron los contratos para la redacción en sí del proyecto con los responsables de las empresas que se encargarán de hacerlo: Aljisur Ingeniería SCA, para el proyecto hidráulico, y Protoges SL, para el proyecto eléctrico y fotovoltaico. Las comunidades beneficiarias, que suman una superficie total de consolidación de regadíos de 6.200 hectáreas y que implican a 2.600 comuneros, son la Comunidad de Regantes Fuente de San Juan, de Baza; Zabroja-Zujar-Freila, de Zújar y Baza; Siete Fuentes Negratín, de Baza y Caniles; Llanos de Caniles, de Baza y Caniles; y Santo Ángel, de Zújar.
Acompañando este relevante y casi histórico acto estuvieron el alcalde de Baza, Pedro J. Ramos, y el concejal de Agricultura, Antonio Peña, que desde el primer momento de su llegada al gobierno municipal se han puesto a disposición de estas comunidades de regantes y de sus proyectos. El alcalde ha querido expresar su felicitación a estas entidades, “que están demostrando que la unión de esfuerzos en un mismo objetivo es la clave para alcanzar el éxito, un ejemplo para tantos otros sectores de nuestra comarca”. Ramos se ha vuelto a ofrecer a las comunidades de regantes “en todo lo que necesiten del Ayuntamiento, que después de ellos mismos o incluso al mismo nivel, es otro de los agentes sociales más interesado en que este gran proyecto salga adelante cuanto antes y pueda llevar a la práctica todo lo que promete, especialmente la vida que va a sembrar en la ciudad y en la comarca”. El alcalde, que tomó la palabra en el acto, ha recalcado la necesidad que se plantea de planificación urbanística y normativa de los términos municipales implicados, algo que ya está haciendo Baza con su PGOU, para permitir el mejor y más eficaz desarrollo de las tierras que van a consolidar su regadío con la llegada de otras iniciativas empresariales que también son de futuro como las renovables. Por su parte, Antonio Peña ha dirigido también su enhorabuena a las comunidades de regantes por este proyecto, que considera “vital para la necesaria modernización de la agricultura en nuestra ciudad y en nuestra comarca si queremos dar el paso que los mercados y la competencia nos exigen”. Tanto el alcalde como el concejal han coincidido en reclamar a la Confederación Hidrográfica que resuelva cuanto antes las necesarias e imprescindibles concesiones de agua que deben tener las comunidades para continuar sin demora con este proyecto.
José Antonio Azor, presidente de Siete Fuentes Negratín, dirigió el acto, en el que estuvieron presentes entre el público algunos alcaldes más y concejales de las distintas corporaciones municipales, el Director de la OCA de Baza, y un grupo de regantes, entre otros. Uno de los primeros mensajes fue la importancia de la unión de esfuerzos que han realizado las comunidades en este proyecto, sin la cual no hubiera sido posible llegar a este momento. Una unión que deberá materializarse dentro de poco en la constitución de una Junta Central de Usuarios o Comunidad General para la gestión conjunta de las infraestructuras que se han proyectado. Azor explicó la importancia social de esta iniciativa que afecta a más de 2.500 familias de la comarca de forma directa, familias y particulares involucrados en el desarrollo rural y en la lucha contra la despoblación con un proyecto muy innovador de ingeniería desarrollado con tecnología propia junto a la Universidad de Granada, y que servirá de motor para desarrollar la agricultura y la agroindustria en la toda la zona, siendo un ejemplo de desarrollo y uso de nuevas tecnologías hidráulicas y su implementación con las energías renovables. Las únicas sombras que aún se ciernen sobre esta gran apuesta del territorio son la aprobación del decreto de zona regable y las concesiones definitivas por parte de la CHG, documentos que se siguen esperando y que podrían estar aquí en próximo año. Sin ellos, no se podrá empezar a construir la obra.
Durante el acto se produjeron varias intervenciones. En una de ellas, los presidentes de las comunidades de regantes se posicionaron a favor del Plan de Inspección de Pozos Ilegales sobre el terreno que viene realizando la Confederación en la comarca de Baza, ya que el regadío ilegal, dijeron “nos perjudica a todos y los acuíferos deben preservarse”. En este sentido, se puede afirmar que el gran proyecto que se está trabajando va a traer consigo, también, la recuperación de los acuíferos de la comarca. Y es que, una vez que el agua del Negratín esté aquí se sustituirán las aguas subterráneas por estas superficiales. De hecho, en la tramitación de las concesiones, más de 500 pozos legales con concesión pasarán a uso doméstico, eliminando su presión sobre los acuíferos, en consonancia con el objetivo marcado por el Plan Hidrológico de alcanzar el buen estado de las masas de agua subterránea en el territorio. Así mismo, los regantes constataron que el esfuerzo que están realizando debe ser complementario a las actuaciones en los abastecimientos de agua potable en la comarca, ya que el Plan Hidrológico aparece también contemplada la sustitución de agua subterránea para el abastecimiento por un máximo de hasta 4 hm3 de aguas superficiales procedentes del embalse de El Portillo, proyecto que no solo garantizaría el abastecimiento de los 30.000 habitantes de la comarca y los regadíos de la Comunidad del Portillo de Castril, sino la consiguiente recuperación del acuífero y el mantenimiento de la agricultura tradicional a partir de los manantiales de la comarca.
El proyecto de infraestructuras comunes, el “proyecto en alta”, que han presentado las comunidades de regantes supone la construcción de 42 km de tubería telescópica, tres impulsiones para un caudal de 2.200 l/s y 7 balsas para la regulación de 750.000 m3, todo ello monitorizado mediante sistemas de telecontrol y telelectura. La energía para el accionamiento de los bombeos procederá de energías renovables mediante un campo solar fotovoltaico de más de 10 hectáreas de superficie y las líneas de transporte eléctrico hasta los bombeos, utilizando un sistema patentado conjuntamente con la UGR, que aúna el diseño hidráulico con los sistemas fotovoltaicos, aumentando significativamente el rendimiento del bombeo solar. Partirá desde la planta de bombero del Canal de Jabalcón, en el Negratín, donde empleará tres de las seis bombas de que dispone este recinto. Con varias impulsiones, el agua irá subiendo hasta una serie de balsas que regularán su camino. Habrá una en Catín, otra de Arterinas, otra en los Llanos de Cuquillo, otra en la Rambla del Chopo y una final en El Francés. Independientemente, cada comunidad tendrá luego las suyas propias. El coste aproximado de esta gran obra se ha estimado en principio en 35 millones de euros, una cifra que posiblemente acabará siendo mayor.