Además de que los contenedores quedaron calcinados, se afectaron dos vehículos, un árbol y algunos otros contenedores
Baza volvió a sufrir en la noche del pasado 30 de agosto otro de los episodios incívicos que de vez en cuando nos sobresaltan y que siguen sin tener ningún tipo de explicación. En apenas una hora aparecieron ardiendo cinco contenedores de residuos en una zona urbana relativamente pequeña, lo que parece indicar que se trata de un nuevo e irracional acto de vandalismo cometido con toda la premeditación e intención posibles.
A las 2:20 horas de esa madrugada los bomberos recibían la llamada de un vecino alertándolos de que había dos contenedores ardiendo en las inmediaciones de las calles Luis Cobos y Ceuta, uno de papel y otro de resto. Aunque acudieron con rapidez la quema de estos recipientes fue fulminante. Para colmo, la radiación de este fuego afectó a dos vehículos estacionados a pocos metros. Minutos después recibían una nueva llamada por otro contenedor ardiendo en la calle Isaac Peral, en este caso también de papel. De nuevo a escasos minutos, un nuevo aviso por otro contenedor en llamas en la calle Sierra Nevada, que incluso llegó a afectar a un árbol cercano. Cuando ya habían sofocado estos cuatro contenedores y apenas acababan de regresar al parque de bomberos, una cuarta llamada vecinal por otro contenedor ardiendo en la calle Sierra Morena. Eran las 3:16 horas.
Evidentemente, las fuerzas de seguridad están analizando las circunstancias de estos sucesos, que no es la primera vez que ocurren. Se intentan estudiar algunas cámaras de la zona para descubrir al autor o autores, sobre los que caerá todo el peso de la ley en cuanto sean identificados. Al parecer, además de moverse con bastante rapidez, quizás no sea a pie, utilizan algún tipo de acelerador del fuego, quizás gasolina, con lo que el resultado de su acción es más rápido y eficaz. La colaboración ciudadana en estos casos puede ser muy provechosa, de modo que si algún vecino ha visto algo o puede dar alguna información se ruega que se pongan en contacto con la policía local. Sobre todo, porque este tipo de actos vandálicos, además de los daños materiales e incluso personales que pueden originar, suponen un considerable gasto para el Ayuntamiento, que en este caso podría elevarse de los 20.000 euros.