La séptima campaña de excavaciones concluye con el descubrimiento de muchos más restos e incluso con el hallazgo de un nuevo nivel paleontológico
El domingo 8 de octubre concluía la séptima campaña de excavaciones paleontológicas en el yacimiento Baza 1, situado en el Barranco de las Seguidillas, en la Cuesta del Francés, a pocos metros del antiguo depósito municipal de agua, un espacio que está datado en 4,5 millones de años. Los trabajos, que se iniciaron el martes 19 de septiembre, han sido financiados por el Ayuntamiento de Baza con una subvención de 15.000 euros, siendo la administración local la única que ha invertido hasta ahora en este emplazamiento considerado como el yacimiento más interesante del Plioceno en todo el continente.
Los resultados obtenidos durante estas tres semanas, a razón de 9-10 horas de trabajo diarias, confirman las referencias paleontológicas que se vienen manejando. En concreto, se han encontrado más de quinientos registros de importante fósiles de grandes mamíferos, especialmente de mastodontes, pero también de otros vertebrados más pequeños como rinocerontes, caballitos de tres dedos llamados “hipariones”, de los que se han encontrado dos especies, bóvidos grandes de la especie “Alephis sp., medianos y pequeños, ciervos gigantes y pequeños, además de restos de cerdos y grandes carnívoros entre los que se encuentra un oso gigante, conjuntamente con abundantes restos de caparazones de tortugas.
Detrás de estos trabajos ha habido un equipo de veinte personas dirigido por Antoni Canals (IPHES, URV Tarragona), Sergio Ros-Montoya (Universidad de Málaga), y Bienvenido Martínez-Navarro (ICREA, IPHES, URV), y compuesto por paleontólogos, arqueólogos, geólogos y restauradores, acompañados de estudiantes procedentes de las universidades de Addis Abeba (Etiopía), Patrás (Grecia), La Basilicata (Italia), Málaga, Rovira i Virgili de Tarragona, y Granada, a través de una bióloga de la tierra, procedente de Caniles.
El martes, 10 de octubre, el concejal de Cultura, José Gabriel López, y Bienvenido Martínez, coordinador del proyecto, presentaban los resultados de la campaña a la prensa. Lo hacían en el Museo Arqueológico a apenas unos centímetros de una de las últimas piezas que se han colocado en sus vitrinas. Se trata de un fragmento craneal (paladar) de Anancus Arvernensis encontrada en la pasada campaña de excavaciones en Baza 1.
Esta campaña ha vuelto a realizarse dentro del proyecto general de investigación titulado “Estudio de los registros paleontológicos pliocenos de la cuenca de Baza en el contexto mediterráneo”, aprobado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes, y podemos considerarla muy productiva por dos razones. Por un lado, se ha podido ampliar el sondeo que se comenzó el pasado año en unos niveles situados cuatro metros por encima de los estratos fértiles excavados hasta el momento, lo que ha permitido descubrir un nivel paleontológico nuevo extraordinario, con abundantes restos de mastodontes correspondientes a dos individuos de la especie Anancus arvernensis, localizados en una pequeña área de 1,5 metros cuadrados. Ello indica que nos encontramos ante dos yacimientos repletos de megafauna separados en la columna estratigráfica por tan solo cuatro metros en la vertical. Y por otro lado, durante los trabajos de identificación de los restos localizados durante el lavado tamizado de los sedimentos, se ha podido identificar un diente de cocodrilo, que es una especie de origen africano que llega a la Península Ibérica cruzando un brazo de mar, justo antes de que el Mediterráneo se desecara durante la Crisis de Salinidad del Mesiniense, hace algo más de 6 millones de años. Muy probablemente se trate del último cocodrilo de Europa. Para dar más veracidad a sus palabras, Bienvenido Martínez mostró a los medios ese diente, que sirve para demostrar la existencia en este yacimiento de fauna africana.
Además de las excavaciones en sí, durante estos días se ha continuado con el lavado-tamizado de los sedimentos en las dependencias del CIYA, en los que se han tratado unos 3.000 kilos de esos sedimentos procedentes del yacimiento. Se han encontrado en ellos restos de micromamíferos, anfibios, reptiles, restos leñosos, hojas de plantas, lo que nos permite reconstruir el paleoambiente del Plioceno, dominado por un clima tropical de altas temperaturas y abundantes precipitaciones, esto es, amplios bosques y algunos espacios abiertos donde pastaban los herbívoros, como los hipariones.
Durante la campaña, el yacimiento Baza 1 ha sido visitado por diversos colegios e institutos de Baza y comarca, así como por varias asociaciones y muchos particulares, lo que manifiesta el enorme interés que ha despertado este lugar tan característico del Geoparque, un interés que también se hace extensivo a la comunidad científica.