La sesión plenaria ordinaria correspondiente al mes de febrero en el Ayuntamiento de Baza se saldó con la aprobación por unanimidad de todos los puntos del orden del día. Fue también uno de los plenos más rápidos de cuantos se recuerdan en la actual legislatura que, además, los concejales, con el único voto en contra del edil No Adscrito, decidieron iniciar diez minutos antes de la hora prevista.
Tras el habitual minuto de silencio por las víctimas de los accidentes laborales y la violencia de género y la aprobación del acta de la sesión anterior, la corporación aprobó la renovación del convenio suscrito entre este Ayuntamiento y la Asociación de Padres de Niños y Adultos Autistas, mediante la cual se mantiene la sede de este colectivo en un local municipal del edificio Razalof. Por unanimidad se aprobó a continuación la modificación en los componentes de la Comisión de Centro Histórico, de la que sale el antiguo Técnico de Patrimonio y en la que ingresa el arqueólogo que está realizando funciones en el consistorio actualmente. En el punto cuarto se aprobó, provisionalmente, una innovación en el PGOU que afecta al ámbito del SUNS-07. En los puntos quinto y sexto se dio cuenta del informe de morosidad y periodo medio de pago a proveedores del cuarto trimestre de 2024 y de los últimos decretos dictados por la alcaldía. No hubo asuntos por urgencia.
En el apartado de Ruegos y Preguntas los miembros de la oposición se interesaron por algunas reclamaciones vecinales, por la ejecución de algunas partidas del presupuesto de 2024, por la situación de la Alcazaba, por la Agenda Urbana Local, por las trabajadoras del SAD, por las obras que se están realizando en la futura rotonda David Valero, por los criterios de concesión del Dengra para las graduaciones escolares, por la concesión de algunas licencias, etc. A todas ellas e incluso a algunas de la anterior sesión plenaria se dio cumplida respuesta. Desde el público, un vecino reclamó la aprobación cuanto antes de los presupuestos municipales de 2025 para permitir, entre otros extremos, la concesión de las subvenciones que están esperando diferentes colectivos para mantener sus actividades.