Se depositarán en él restos orgánicos: frutas, verduras, comida cocinada, pan, cáscaras, pieles, huesos, espinas, caparazones, conchas, posos de café, restos de infusiones, pequeños restos de poda domiciliaria, hojarasca, papel de cocina, servilletas, cenizas, corchos, cerillas, serrín, etc. etc.
El municipio de Baza acaba de poner en marcha la recogida selectiva de biorresiduos, un servicio en el que se puede considerar pionero en la provincia ya que solo dos ciudades más lo están llevando a cabo. El gran protagonista de esta novedad es el contenedor marrón, conocido también como el “quinto contenedor”, una herramienta que tenemos que acostumbrarnos a ver y a utilizar como ya hacemos con el resto de recipientes en los que recogemos y reciclamos nuestros residuos. En ese contenedor marrón debemos depositar la materia orgánica que se genere en los domicilios. Estamos hablando de todos los restos de comida: frutas, verduras, comida cocinada, pan, cáscaras, pieles, huesos, espinas, caparazones, conchas, etc. etc. A ese contenedor deberán ir también los posos del café, los restos de infusiones, las servilletas, el papel de cocina, los corchos, etc. etc. Así mismo, este contenedor marrón debe recibir los restos de poda que se pueden generar en el domicilio, la hojarasca, las cenizas, el serrín, etc. siempre que sea, lógicamente, en pequeñas proporciones. Según los cálculos realizados, estos restos orgánicos que deben ir al contenedor marrón suponen más del 40% de los residuos que hasta ahora venimos depositando en el contenedor de resto.
Para que los vecinos lleven a cabo este nuevo reciclaje de materia orgánica, el Ayuntamiento, a través de la empresa responsable de la limpieza y la recogida de residuos, Valoriza, ha dispuesto tres tipos de contenedores marrones. Los más pequeños, de diez litros de capacidad, serán unos cubos aireados en los que habrá que poner una bolsa compostable. Cuando esa bolsa esté llena, se cerrará y se depositará en los contenedores más grandes, de 360 litros, que se colocarán junto al resto de contenedores en las “islas” de recogida de residuos que se están organizando por toda la ciudad. Existe un tercer modelo, de 240 litros, que se repartirá por los denominados “grandes productores”, esto es, establecimientos donde se genera mucha cantidad de materia orgánica (restaurantes, residencias, guarderías, hospital, etc.). Para el inicio de la campaña se dispone de 3.000 cubos aireados con 3.000 paquetes de bolsas compostables de 30 unidades que se repartirán a través de la misma empresa de limpieza y a través de las asociaciones de vecinos en los próximos días. Para cuando se acaben, las bolsas se pueden comprar en los establecimientos habituales. Para los grandes productores hay 27 contenedores y para las “islas” se cuenta con un centenar de contenedores marrones de los de más capacidad. Antes de final de año se reforzará la campaña con una segunda remesa de contenedores de los tres tipos que se volverán a repartir por los domicilios y en los puntos de recogida.
Aprovechando la rueda de prensa en la que se ha presentado la campaña, tanto el alcalde de la ciudad, Pedro J. Ramos, como el concejal de Mantenimiento, Rafael Azor, y el representante de Valoriza en Baza, Sergio Yeste, han pedido a los bastetanos su colaboración y su implicación en esta tarea en la que tanto nos jugamos. “Sin la colaboración ciudadana no llegaremos a nada”, han recalcado. Por ejemplo, se ha pedido a los vecinos que no utilicen bolsas que no sean compostables en ese contenedor marrón, ya que supondría un inconveniente a la hora del tratamiento de este tipo de residuos. La alternativa es no utilizar ninguna bolsa y depositar los restos directamente en el contenedor, aunque ello suponga aumentar la frecuencia de aseado e higiene de esos contenedores. En esa rueda de prensa hemos conocido que Valoriza ha preparado un nuevo camión, de cinco metros cúbicos de capacidad, para la recogida de estos contenedores marrones que, en principio, se realizará una vez a la semana e irá aumentando conforme vaya creciendo la cantidad de materia depositada por los vecinos. Las previsiones que maneja la empresa es que el primer año se recojan 50 toneladas de restos orgánicos (cinco kilos por habitante y año), 80 el segundo, 112 el tercero, 153 el cuarto y hasta las 255 toneladas en el décimo año.
Los intervinientes en la rueda de prensa han coincidido en que el servicio que comienza ahora debe tomarse con paciencia y poco a poco, con concienciación y con tranquilidad. “Es un proceso largo y lento, como ha quedado demostrado en otras zonas donde comenzaron hace un par de décadas”, ha apuntado Sergio Yeste. Uno de los objetivos que Baza se plantea a medio y largo plazo es la creación de una planta de compostaje en la que puedan tratarse estos restos orgánicos junto con los restos de poda en el municipio, restos de la depuración de aguas, etc. De ella podrían salir fertilizantes que podrían utilizarse en varias circunstancias. No obstante, lo más rentable, además del beneficio medioambiental que el reciclado conlleva, es la reducción económica que este servicio puede suponer para las arcas municipales. Como ha explicado el concejal de Mantenimiento, si reducimos la cantidad de residuos por los que tenemos que pagar reduciremos la factura y el Ayuntamiento podrá utilizar ese dinero en otros servicios. “Actualmente llevamos a la planta de reciclaje 8.000 toneladas de basura, que nos cuestan 500.000 euros. El objetivo pasa por reducir ese gasto y eso solo se puede hacer reciclando”, concreta el concejal de Mantenimiento. “No olvidemos que el servicio de limpieza en Baza genera un déficit de un millón de euros entre lo que pagamos y lo que recogemos con la tasa municipal; si queremos solucionar esa solución hay esforzarse: o reciclamos o pagamos”.
Aprovechando la presentación del contenedor marrón, el concejal responsable de la Limpieza en la ciudad ha presentado el nuevo sistema de “islas” de recogida de residuos que se está estableciendo. Se trata de determinados lugares donde se situarán uno o varios contenedores de cada modalidad, espacios que se irán aumentando conforme se disponga de más contenedores y cuya ubicación puede ser determinada por los vecinos siempre que haya consenso entre todas las partes. En esas “islas” entrarán también las nuevas “jaulas” que se han creado para la recogida de cartón, más eficaces y más rentables, siempre que se utilicen bien, es decir, con las cajas plegadas. Por cierto que, además del nuevo contenedor marrón, en esas “islas” se incorporarán los contenedores para recogida de aceite usado y ropa, en total, siete contenedores.