En el Día de la mujer y la niña en la ciencia el Ayuntamiento de Baza quiere dar a conocer a la científica y profesora bastetana Dra. Mónica Sánchez Román.
La Prof. Dra. Mónica Sánchez-Román obtuvo su licenciatura en la Universidad de Granada, pero realizó sus estudios predoctorales en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH), Suiza, donde trabajó con la reconocida geoquímica Prof. Dra. Judith McKenzie.
Después de eso se marchó a EEUU, al Instituto de Astrobiología de la NASA. Allí diseñó y realizó experimentos de precipitación mineral de última generación para calibrar las composiciones químicas y de isótopos de C, O, Fe, Sr, Ca y Mg de los carbonatos para permitir su uso en el registro de rocas antiguas. Su trabajo de investigación contribuyó a desarrollar aún más las herramientas para la detección de Vida Primitiva (biofirmas) y la determinación de Paleoambientes.
Más tarde, en el Instituto Nacional de Técnica Areoespacial (INTA) en Madrid, contribuyó a una investigación de muy alta visibilidad. Mónica examinó la geoquímica y geomicrobiología de Río Tinto en el suroeste de España y otros sitios de potencial vida subterránea. Estos estudios de ambientes extremadamente ácidos y ricos en hierro se han considerado un análogo muy importante de Marte y son muy citados en la comunidad científia.
En la actualidad, Mónica es profesora en la Vrije Universiteit (VU) de Amsterdam, Países Bajos. Está muy involucrada con los estudiantes como coordinadora de diversos cursos y asesora en los programas de licenciatura y maestría en geobiología, geomicrobiología y geoquímica. Además, es coordinadora del programa de doctorado en Ciencias de la Tierra, jefa del grupo de investigación de “Procesos biogeoquímicos y sedimentológicos en sistemas microbianos” y jefa del laboratorio de Geobiología y Geomicrobiología.
“Me enseñaron que el camino del progreso no era rápido ni fácil” (Marie Curie)
Ella ha escrito este artículo:
El mundo necesita ciencia, y la ciencia necesita mujeres y niñas
Las científicas lideran investigaciones pioneras en todo el mundo. Pero a pesar de sus notables descubrimientos, las mujeres todavía representan solo el 33% de los investigadores en todo el mundo y su trabajo rara vez obtiene el reconocimiento que merece. Solo el 3% de los premios Nobel de ciencia se han otorgado a mujeres y solo el 11% de los puestos de investigación sénior los ocupan mujeres en Europa.
Mientras el mundo avanza hacia un futuro amenazado por el cambio climático y la escasez de recursos, la comunidad científica mundial no debe perder tiempo en reconocer y promover los logros de las mujeres científicas. Todos debemos ayudar a empoderar a más mujeres científicas para lograr la excelencia científica y participar por igual en la solución de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad.
Trabajando en las ciencias físicas, las ciencias formales y las ciencias de la vida en cinco continentes diferentes, estas eminentes investigadoras están ayudando a cambiar el mundo a través de sus descubrimientos y, también, son modelos a seguir para las generaciones más jóvenes de mujeres investigadoras que desean seguir sus carreras científicas y romper el techo de cristal.
Sin embargo, debemos recordar que aún queda mucho por hacer para lograr una verdadera igualdad de género en la ciencia. Pero seguimos decididos/as y avanzamos con paso firme para hacer realidad nuestra visión.
Algún día, viviremos en un mundo donde se alienta a las niñas a estudiar ciencias, donde las mujeres tienen el apoyo adecuado para equilibrar las responsabilidades de la investigación y la maternidad, y donde los científicos y científicas son juzgados únicamente por el mérito de sus descubrimientos y el potencial de su trabajo para cambiar el mundo.