Se colocarán 17 contadores de caudal que nos avisarán y localizarán las pérdidas para poder actuar rápido y con eficacia
En los últimos días se están realizando en distintos puntos de la ciudad de Baza una serie de intervenciones sobre la red municipal de agua potable con el objetivo de sectorizarla y dotar a cada uno de estos subsectores de un contador de control electromagnético de caudal, tanto puntual como acumulado, que permita un mejor seguimiento y detección de fugas, roturas e incluso descensos de presión. La actuación la está realizando la empresa Higragua Sur por encargo del Ayuntamiento.
Siempre bajo la supervisión de los técnicos municipales, la empresa está procediendo a instalar estos contadores en los puntos estratégicos donde se accede a una parte amplia de la red pública, lo que podríamos considerar a partir de ahora como un subsector. Para ello se tiene que descubrir la calzada con el fin de acceder a la tubería correspondiente, que se tiene que cortar durante un tiempo para la colocación del nuevo mecanismo. Estas intervenciones, que no suelen durar más de dos horas, son las que han provocado los cortes en el suministro que se han producido en los últimos días. Las previsiones de la empresa son terminar con la actuación para finales de la próxima semana, por lo que aún podría producirse algún corte rápido, en principio, en la zona de la estación de autobuses y en el barrio de Las Cuevas.
Una vez colocado el contador y comprobado su funcionamiento, y restaurada la red, se cierra el agujero y se restablece la normalidad en ese punto. No obstante, algunos desajustes en las previsiones han originado que estas obras hayan tenido que permanecer abiertas durante algunos días mientras se buscaban las piezas adecuadas. La empresa y el Ayuntamiento piden disculpas a la población por las molestias que hayan podido originarse.
Una vez que estos dispositivos estén colocados y las obras hayan concluido, la red municipal de suministro de agua potable en Baza habrá quedado sectorizada y el descubrimiento de fugas y roturas, es decir, la pérdida de agua, será mucho más fácil y rápida de detectar. Sabremos dónde está el problema y la cantidad que se está desaprovechando, por lo que se podrá actuar con mayor eficacia. Junto con los contadores se están colocando también unos “collarines” que detectarán la bajada de presión de la red, lo que podría estar descubriendo alguna pérdida inesperada. Todos esos datos se transmiten vía internet a un ordenador o dispositivo similar en los que se podrá llevar un control adecuado de la red. En total se van a instalar 17 contadores.