La ciudad de Baza tenía ganas de devolver a David Valero parte de las muchas emociones que se han vivido desde el lunes tras la gran gesta olímpica de este ciclista que reconoce tener en su tierra natal y su entorno natural el mejor lugar para entrenar. Y eso se notó este jueves en la Plaza Mayor, donde se ofreció un caluroso y emotivo acto de bienvenida al flamante medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. Apenas han pasado tres días desde entonces pero el Ayuntamiento no ha querido perder la ocasión de organizar un evento a la altura de nuestro mejor embajador a nivel internacional.
La tarde empezaba con un paseo por las calles de Baza de David Valero, su mujer Sandra Pando y el pequeño Marco. El descapotable en el que viajaban iba flanqueado por ciclistas de las peñas y la escuela de la ciudad, una muestra de la gran semilla que ha dejado David Valero entre las jóvenes generaciones.
A su llegada a la Plaza Mayor, Valero fue recibido en el pórtico del Museo Arqueológico (antiguo Ayuntamiento) por un nutrido grupo de autoridades que quisieron mostrar su apoyo al atleta bastetano: además el alcalde, Manolo Gavilán, y de la corporación municipal le esperaban el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, la delegada provincial de Agricultura María José Martín en representación de la Junta, el diputado de Deportes, Manuel Guirado, la directora general de Promoción Deportiva de la Junta y patrona de la Fundación Andalucía Olímpica, María de Nova y el vicepresidente de la Federación Española de Ciclismo, Manuel Rodríguez.
Tras firmar en el libro de honor de la ciudad en la Sala Capitular y saludar desde el balcón del Museo al público asistente, la comitiva se trasladó al escenario instalado frente a la fachada del Ayuntamiento, no sin antes hacer una parada en el trono de la Dama de Baza instalado en la Plaza a modo de photocall para hacer una foto junto a su mujer y a su hijo.
Sobre el escenario estaba desde antes de iniciarse el acto Enrique Árbol contando al público cómo iba a discurrir todo. Él fue el encargado de conducir el acto y de ir dando paso a los diferentes momentos del mismo. En su intervención, el alcalde de Baza quiso destacar la gran valía de David Valero como deportista y como persona y su papel como referente para deportistas de “esta ciudad que cree de verdad en los valores del deporte, como se ha reconocido con su reciente reconocimiento como Ciudad Europea del Deporte 2022, y que vibró el lunes con tu carrera”.
Tras unas breves intervenciones de las autoridades presentes, subió al escenario Carlos Coloma, medallista olímpico en Río 2016 y Team Manager del equipo de David Valero, BH-Templo Cafés, para exponer los motivos por los que siempre ha creído en las opciones de medalla de David Valero dado su potencial en las remontadas. Confianza que es mutua, como demostró el largo y cálido abrazo que se dieron tras regalarle David Valero el maillot con el que ganó la medalla el lunes en Tokio.
Hubo entrega de diversas distinciones a David y también a su mujer y a su hijo: flores, corona de laurel, medalla. Un cálido homenaje en el que el alcalde le hizo entrega de un trofeo conmemorativo y en el que se recreó el momento de la entrega de la medalla olímpica con el acompañamiento musical de la Banda Municipal de Baza interpretando el himno de España. Para la entrega simbólica de esa medalla ya en su ciudad natal se contó con una anfitriona de excepción: la Dama de Baza (que interpretó con solemnidad Vanesa Mesas), ofreciendo sobre el escenario una bonita simbiosis de los dos grandes momentos que han traído ilusión y optimismo a Baza: la medalla olímpica de David Valero y la celebración del 50 Aniversario del Descubrimiento de la Dama de Baza.
Visiblemente emocionado, David Valero agradeció el calor de la ciudad que le ha visto crecer y montar en bici y dedicó la medalla a Baza, Granada, Andalucía y toda España. “Tenemos un entorno privilegiado para entrenar y para tener una gran calidad de vida; como mi tierra, ninguna”, aseguró.
Valero se vio arropado en el escenario por toda su familia en un emotivo momento que dio paso a la proyección de un vídeo resumen de todo lo vivido por él desde el lunes – desde la llegada a meta a su recibimiento en el aeropuerto – y a un espectáculo de fuegos artificiales que se cerró con los aros olímpicos y solo dos palabras que encierran todo lo que se le quería decir esa noche: “Gracias, David”. Un emotivo broche que hizo saltar las lágrimas no solo a los protagonistas de la noche, sino también a muchos de los asistentes.