El Ayuntamiento y Valoriza han instalado bidones de chapa para la recogida de cenizas y, aunque todos han sido robados en apenas unas horas, se volverán a colocar
La quema de contenedores a causa de las brasas mal apagadas que se depositan en ellos parece no tener fin. Las constantes llamadas a la concienciación ciudadana, aunque es verdad que la incidencia de estos casos ha bajado, sigue sin ser efectiva al cien por cien. Todavía hay vecinos que no se aseguran del todo que las cenizas que tiran al contenedor estén bien apagadas, a pesar de que las indicaciones al respecto vienen realizándose desde hace años. Si tenemos la conciencia de querer hacerlo correctamente, basta con tener un cubo metálico, verter en él las cenizas, echarle agua y mantenerlo en casa durante un día. Solo así, esas cenizas estarán apagadas del todo y cuando se viertan en el contenedor no volverán a recuperar la llama al contacto con otros materiales de desecho.
En la noche del miércoles 15 de enero se producían dos nuevos incendios en los que vieron afectados tres contenedores de residuos en dos localizaciones, en el barrio de la Montija y en la Avenida del Mediterráneo. En el primer caso, el contenedor donde ardieron las brasas mal apagadas acabó afectando por radiación a otro contenedor de papel que había junto a él. Los dos quedaron destruidos y la rápida actuación de los bomberos evitó que el incidente fuera a más. Y es que, además del daño y la repercusión económica que la quema de contenedores supone, unos mil euros por cada uno, este tipo de sucesos puede provocar la afectación de vehículos, distinto mobiliario urbano, viviendas, etc.
Sin cesar en las llamadas a la concienciación ciudadana, el Ayuntamiento y la empresa Valoriza, responsable del servicio de limpieza y recogida de residuos en la ciudad, han puesto sobre la mesa una solución a este grave problema que se sufre desde hace años. En algunas de las islas de contenedores de la ciudad se han colocado unos bidones de chapa convenientemente identificados para que los vecinos depositen en ellos las cenizas que produzcan en los domicilios. Y aunque en algunos se ha apreciado como una medida adecuada, desgraciadamente en unos días, algunos casos en unas horas, han desaparecido todos esos bidones, es decir, han sido robados. No obstante, la idea es volver a colocar otros con algunas medidas que puedan ser disuasorias de cara a estos ladrones. En estos bidones de chapa, en caso de que las brasas estén mal apagadas, un posible incendio no tendría, en principio, ninguna consecuencia. De nuevo, la llamada a la concienciación ciudadana es necesaria, tanto para no robar este material público como para denunciarlo en caso de que se tenga constancia de quien realiza estos robos.