El vertido de brasas encendidas en los contenedores está provocando incendios que causan daños en las vías públicas y pueden afectar a vehículos, viviendas y a personas
Desde el 1 de noviembre hasta la fecha han ardido un total de doce contenedores en el término municipal de Baza y en la mayoría de ellos se encontraron de brasas de braseros y chimeneas que aún estaban encendidas, por lo que se apunta a estas como principal causa de los destrozos.
Esta cifra, afirma el concejal de Gobernación y Seguridad, Serafín Torreblanca, “es muy elevada y preocupante, aunque similar a la registrada en inviernos anteriores. Cuando un contenedor está ardiendo puede afectar a las casas colindantes, a los vehículos, a las personas o al tendido eléctrico, sin olvidarnos de que mientras los bomberos están apagando este fuego no están disponibles para realizar otras atenciones, como por ejemplo sofocar otros incendios o atender a las víctimas de un accidente de tráfico”.
Es preciso recordar, además, la quema de un contenedor o realizar fuegos y quemas en la vía pública sin autorización está considerado como una infracción muy grave, con sanciones que van desde los 1501 euros hasta los 3000 euros.
Al margen de los incendios en contendores, con la llegada del frío también aumentan las posibilidades de incendio en el hogar a consecuencia de un mal mantenimiento de las instalaciones eléctricas o de la falta de limpieza del hollín en el interior de las chimeneas. De ahí la importancia de aumentar la vigilancia de los aparatos eléctricos (estufas, radiadores y calderas) y de mantenerlos en un estado adecuado de funcionamiento, si tienen llama nunca dejarlos encendidos sin supervisión y, en el caso de los braseros de ascuas, asegurarse de que existe una buena ventilación de las estancias para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono.