Con el voto favorable de todos los corporativos, a excepción del concejal de VOX, el pleno municipal del mes de febrero dio el visto bueno al manifiesto municipal del 8 de Marzo, que previamente había sido consensuado en Comisión Informativa.
Propuesta de Manifiesto con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, promovido por el Ayuntamiento de Baza.
“MUCHO CAMINO ANDADO, MUCHO POR RECORRER”
No nos conformamos imaginando la igualdad, ni nos queremos quedar en la utopía de un mundo en el que todas las personas, hombres y mujeres, disfruten de los mismos derechos y oportunidades; en el que las mujeres y las niñas no teman caminar solas y en el que los hombres y niños no se vean atrapados en masculinidades opresivas. La ciudad de Baza y esta corporación municipal quiere pasar de la imaginación, del deseo y del puede a la realidad. Y lo queremos conseguir desde el trabajo continuo que hemos realizado tras años de trabajo y desde la labor presente del día a día, pero sin perder de vista que queda mucho por hacer. Por todo ello, este 8 de Marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer hemos escogido el lema “MUCHO CAMINO ANDADO, MUCHO POR RECORRER”
Las especiales circunstancias que han marcado este último año, la sindemia provocada por el COVID- 19 – que ha causado graves consecuencias económica, personales y sociales- nos obligan a reconsiderar nuestra actuación como administración pública en cumplimiento de los mandatos de nuestra Constitución: igualdad, libertad, justicia y democracia y luchar incansablemente por los derechos de las mujeres y las niñas.
Estas consecuencias se han castigado duramente a las mujeres. Ellas han estado y están en primera línea desempeñando un papel extraordinario. Como trabajadoras en el ámbito sanitario, la ciencia y la investigación, desde los servicios esenciales, pero también asumiendo la responsabilidad de los cuidados en el ámbito privado.
Son más las que han perdido su empleo, las autónomas que han visto frustradas sus empresas, las que han sufrido un ERTE. Son muchas más las que han hecho malabares con las clases de sus hijos e hijas, la atención a sus padres o abuelas, el trabajo profesional, las tareas del hogar. Las que más han sufrido esos efectos, a costa de su propia carrera laboral y hasta de su bienestar. Y por supuesto, ha supuesto una tortura añadida a todas las mujeres víctimas de violencia de género. Tal como expresa Naciones Unidas, la crisis ha puesto de relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres como las cargas desproporcionadas que soportan. Además, advierte que a raíz de la pandemia de la Covid-19 han surgido nuevos obstáculos, que se suman a los de carácter social y sistémico que persistían antes y que frenan la participación y el liderazgo de las mujeres. Porque a pesar de que las mujeres constituyen la mayoría del personal de primera línea, todavía están infrarrepresentadas en los espacios de poder y de la toma de decisiones.
También se encuentran entre las y los líderes nacionales más ejemplares y eficaces en la lucha contra la pandemia. La crisis ha puesto de relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres como las cargas desproporcionadas que soportan.
Aún no podemos saber con exactitud las consecuencias de esta pandemia, pero sin duda, y teniendo en cuenta la situación desigual de partida de las mujeres y las consecuencia de la pandemia en el último año, podemos concluir que los impactos negativos caerán en mayor proporción sobre ellas.
Es por eso que, hoy 8 de marzo fijamos la mirada en aquellas personas que sufren una mayor precariedad, aquellas cuyos derechos se tambalean en beneficio de otras, aquellas que por posición social y vital necesitan de las políticas públicas, de los recursos del estado y de las instituciones. LAS MUJERES
Por todo ello, necesitamos:
Políticas dirigidas a cerrar las muchas brechas que nos quedan aún pendientes como la laboral y salarial, la brecha digital o la brecha de corresponsabilidad.
Políticas dirigidas a luchar contra la pobreza infantil y la de muchas mujeres con hijos e hijas a cargo.
Políticas contra la prostitución y la trata de mujeres y niñas, contra los vientres de alquiler, contra todo aquello que supone un ataque frontal a los derechos de las mujeres.
Políticas dirigidas a la prevención y erradicación de todos los tipos de violencia de genero.
Somos conscientes de todo el camino que queda por hacer como también lo somos del camino andado y de quienes nos precedieron. Por eso hoy queremos recordar que en este año se cumplen los 90 años de la conquista del voto de las mujeres en este país que debemos agradecer a la valentía y el arrojo de Clara Campoamor. Una efeméride anegada en el olvido. Con el voto femenino completamos nuestra democracia.
Esta es la fuerza, la razón que nos asiste, el pasado del que venimos y el futuro que labraremos por el bien común para todos y todas y por la justicia social.
Si no incorporamos la lucha de las mujeres por la transformación social, no será posible prosperar en una economía de igualdad.
Es fundamental escuchar más voces femeninas en la elaboración de políticas, y buscar el equilibrio de género en la toma de decisiones para conseguir que se haga realidad el lema de ONU mujeres para este año, “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la covid-19“.
Baza siempre está y ha estado a la vanguardia de las políticas de igualdad entre mujeres y hombres, y por eso adoptamos como compromisos prioritarios los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, entendiendo que desde la mejora del presente desigual haremos un futuro mejor, igualitario y más feliz para los y las bastetanos/as. Del éxito de la erradicación de las discriminaciones entre sexos depende también de nuestro compromiso institucional.
Son aún muchos los objetivos por alcanzar, los obstáculos a superar y los desafíos que tenemos por delante. Por eso, hoy 8 de marzo nuestra ciudad y sus representantes democráticos reivindicamos la necesidad de unir fuerzas y apelar al compromiso de todos/as para conseguir una sociedad libre de discriminación, más justa y verdaderamente igualitaria.